¿Notas estas señales en tu hijo?
¿Notas que tu hijo no habla aún, camina en puntitas, o hace movimientos extraños como aletear cuando algo le emociona?
Estos pueden ser signos de que su organismo está pidiendo ayuda. En mi experiencia, muchos niños con autismo tienen estas características en común: intestino permeable (leaky gut), desequilibrio en la microbiota intestinal, presencia de metales pesados, inflamación sistémica y deficiencias de nutrientes esenciales que afectan el neurodesarrollo.
La nutrición juega un papel importante en la prevención y el tratamiento del autismo. Una dieta inadecuada puede generar deficiencias nutricionales, inflamación sistémica y neuroinflamación. Estos factores hacen que el niño sea más propenso a verse afectado por toxinas como metales pesados, parásitos o moho, que pueden interferir en el desarrollo cerebral, justo en una etapa crítica para el habla y la movilidad.
La diferencia está en identificarlo a tiempo. Con nuestro análisis epigenético, podemos descubrir qué está influyendo en tu hijo y diseñar un plan de apoyo personalizado que lo ayude a avanzar en su desarrollo.